Una carrera sin precedentes: cómo la IA está transformando nuestros mundos físico y digital

28 julio 2025 por Jürgen Ritzek
Una carrera sin precedentes: cómo la IA está transformando nuestros mundos físico y digital

Resumen

El documento revela que para 2030 se necesitarán 7 billones de dólares de inversión en centros de datos para hacer frente al aumento de la demanda de procesamiento de IA. La investigación de McKinsey predice que 5,2 billones de dólares se destinarán a centros de datos de IA, y 1,5 billones a aplicaciones de TI tradicionales. La inversión se destinará principalmente a los desarrolladores de tecnología, la generación de energía y los elementos de construcción de estas instalaciones. Los centros de datos de IA requieren mucha más energía y refrigeración debido a las mayores densidades de potencia y generación de calor que los centros tradicionales. Esta demanda está elevando las tasas de consumo de energía y requiere soluciones avanzadas de refrigeración, como la refrigeración líquida.

 

La cadena de suministro de semiconductores está sometida a la presión de la alta demanda de componentes de IA como HBM, GPU y SSD, lo que provoca escasez de recursos y largos plazos de entrega. Los factores geopolíticos, como los aranceles estadounidenses, podrían agravar estos retos, elevando los costes y añadiendo complejidad. En respuesta, las estrategias de aprovisionamiento deben evolucionar para garantizar la planificación a largo plazo y la resistencia de la cadena de suministro.

 

Las herramientas de previsión de la demanda basadas en IA y ML son vitales para gestionar la incertidumbre en la demanda y el suministro, ofreciendo potencial para aumentar la precisión y automatizar las decisiones previamente obstaculizadas por los sistemas heredados. Estas herramientas permiten una mejor planificación del inventario y han demostrado ser beneficiosas en casos como el de un minorista de moda mundial que ha visto mejoras en los ingresos y los márgenes.

 

En conclusión, la revolución de la IA está impulsando inversiones masivas, creando oportunidades y retos energéticos y de infraestructura extraordinarios. Para afrontarlos será necesario innovar en tecnologías de eficiencia de hardware, energías renovables y redes inteligentes, junto con una previsión y planificación avanzadas de la demanda. La capacidad de anticipar la demanda de potencia de cálculo es crucial para las partes interesadas de toda la cadena de valor de la IA.

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Una carrera sin precedentes: cómo la IA está transformando nuestros mundos físico y digital

La era de la Inteligencia Artificial no es solo una revolución de algoritmos y chatbots, sino que está remodelando los cimientos de nuestro mundo digital y exigiendo una transformación sin precedentes de nuestra infraestructura global. Estamos asistiendo a un cambio monumental, que está desencadenando una carrera de 7 billones de dólares por la potencia de cálculo y poniendo a prueba todos los eslabones de la cadena de suministro, desde las fábricas de semiconductores hasta las redes eléctricas. No se trata sólo del silicio, sino de la energía, la logística y la propia capacidad de predecir el futuro.

 

La asombrosa inversión de 7 billones de dólares

La magnitud de la inversión impulsada por la inteligencia artificial es impresionante. Un estudio de McKinsey revela que, para 2030, los centros de datos de todo el mundo necesitarán 6,7 billones de dólares para seguir el ritmo de la demanda de potencia de cálculo. De esta cantidad, la asombrosa cifra de 5,2 billones de dólares se destinará a centros de datos equipados para gestionar cargas de procesamiento de IA, con 1,5 billones de dólares adicionales para aplicaciones de TI tradicionales, lo que culmina en una colosal necesidad de inversión total de 7 billones de dólares.

Este enorme compromiso financiero está impulsado por una confluencia de factores:

  • La adopción masiva de la IA generativa.
  • La integración de aplicaciones de IA en prácticamente todos los sectores.
  • Una intensa carrera competitiva en infraestructuras entre los hiperescaladores y las empresas para crear capacidad propia de IA.
  • Prioridades geopolíticas, ya que los gobiernos invierten mucho en infraestructuras de IA.

La mayor parte de esta inversión, el 60% (3,1 billones de dólares) de los 5,2 billones de dólares asignados a la infraestructura de IA, irá a parar a los desarrolladores y diseñadores de tecnología que producen chips y hardware informático. Otro 25% (1,3 billones de dólares) se destinará a "energizadores" para la generación de energía, transmisión, refrigeración y equipos eléctricos, mientras que el 15% (0,8 billones de dólares) se destinará a "constructores" para el desarrollo de terrenos y emplazamientos. Esto significa una reorientación fundamental del capital hacia la columna vertebral de la IA.

 

El apetito insaciable: Crisis de energía y refrigeración

Aunque las cifras financieras son inmensas, los retos medioambientales y de infraestructuras son igualmente profundos. Los cálculos de IA generan mucho más calor que las tareas informáticas tradicionales. Esto significa que los centros de datos de IA no son meras versiones a escala de sus predecesores; son bestias fundamentalmente diferentes que requieren soluciones a medida.

Considere las marcadas diferencias:

  • Finalidad y carga de trabajo: Los centros de datos tradicionales soportan la informática general, como el alojamiento web y las bases de datos. Los centros de datos de IA están optimizados para procesar volúmenes masivos de datos, ejecutar modelos de aprendizaje profundo y dar soporte a tareas impulsadas por la IA como el procesamiento del lenguaje natural.
  • Hardware: Los centros tradicionales se basan en CPU. Los centros de IA utilizan en gran medida GPU (unidades de procesamiento gráfico), TPU (unidades de procesamiento tensorial) y otros aceleradores de IA especializados, que pueden procesar miles de tareas simultáneamente.
  • Refrigeración y consumo de energía: Aquí es donde la divergencia es más crítica. Las instalaciones tradicionales cuentan con una refrigeración considerable, pero los centros de datos de IA requieren soluciones avanzadas como la refrigeración líquida para mantener la eficiencia y evitar el sobrecalentamiento debido al calor extremo generado por las GPU de alta potencia.
  • Densidad de potencia: Los centros de datos optimizados para IA suelen funcionar con densidades de potencia de 25-35 kW por rack, aproximadamente tres veces más que las instalaciones empresariales tradicionales. Algunos incluso están pasando de 4-9 kW por rack a la asombrosa cifra de 100-130 kW.

Este cambio ha creado una crisis energética sin precedentes. Los centros de datos de IA están consumiendo energía a un ritmo aproximadamente cuatro veces superior al de la electricidad que se está añadiendo a las redes. Sólo en EE.UU., los centros de datos consumieron alrededor del 4,4% de la electricidad total en 2024 (176 teravatios hora), y se prevé que aumente a entre el 6,7% y el 12% (325 a 580 TWh) en 2028. A nivel mundial, la tasa de consumo está aumentando un 30% al año debido principalmente a la IA, siendo Estados Unidos y China responsables de cerca del 80% de ese aumento. Se espera que la demanda de energía de los centros de datos de IA entre 2028 y 2030 aumente en 350 TWh, lo que supone casi tres veces la energía generada por la presa Hoover, la central nuclear de Palo Verde y la presa de las Tres Gargantas juntas.

Esta "crisis anticipada" significa que la industria debe dar prioridad a la eficiencia desde el nivel del chip hacia arriba, lo que incluye reducir las distancias de transmisión de la electricidad y limitar el movimiento de datos, con el embalaje 3D-IC desempeñando un papel clave. Las mejores soluciones de refrigeración, como la refrigeración líquida directa y la refrigeración por inmersión, ya no son opcionales, sino esenciales, aunque añadan complejidad al diseño de chips y sistemas.

 

El laberinto de la cadena de suministro: Chips, aranceles e incertidumbre

La explosiva demanda de IA está llevando la cadena de suministro de semiconductores a su punto de ruptura. Componentes cruciales como la memoria de gran ancho de banda (HBM), las unidades de procesamiento gráfico (GPU) de alto rendimiento y las unidades de estado sólido (SSD) avanzadas sufren una grave escasez. Las GPU de las series H100 de NVIDIA y MI300 de AMD se han agotado casi de inmediato, y la próxima generación de GPU Blackwell de Nvidia ya tiene un retraso de un año o más. Los fabricantes de HBM3 informan de plazos de entrega de entre seis y doce meses, y los precios aumentan entre un 20 y un 30% interanual.

El cuello de botella no está sólo en la fabricación, sino también en el empaquetado y la integración. Técnicas avanzadas como el empaquetado CoWoS de TSMC, fundamental para apilar HBM con procesadores de IA, están totalmente reservadas hasta 2025. A pesar de una CAGR prevista del 50% entre 2022 y 2026, incluso alcanzando las 90.000 obleas al mes a finales de 2026, sigue sin ser suficiente para satisfacer la demanda. La concentración de la producción de chips en la región Asia-Pacífico pone aún más de relieve la fragilidad, como ejemplifica la interrupción temporal de la producción provocada por un terremoto de magnitud 7,4 en Taiwán.

Los factores geopolíticos añaden otro nivel de complejidad, en particular los aranceles propuestos por Estados Unidos a las importaciones de semiconductores. Estos aranceles podrían aumentar los costes de los componentes entre un 10 y un 30% y agravar los derechos en todas las fases de fabricación internacional de un solo chip de IA. La falta de sustitutos a corto plazo para las tecnologías especializadas significa que las empresas no pueden eludir fácilmente estos problemas, lo que obliga a los proveedores a ajustar los precios, retrasar los envíos e incluso redirigir la logística.

Para los responsables de compras, este entorno volátil exige un replanteamiento estructural de las estrategias. Reaccionar ya no es suficiente; en su lugar, deben planificar a largo plazo, comprometerse con antelación mediante acuerdos de compra plurianuales y hacer acopio estratégico (aunque con moderación para evitar los excesos del pasado). La diversificación de las fuentes de aprovisionamiento, incluso de los actores regionales con un modesto sobrecoste, se está convirtiendo en un factor crítico para reducir la exposición a fallos puntuales.

 

El imperativo estratégico: Poder de predicción en un mundo incierto

A pesar del enorme potencial de crecimiento, los CEO dudan en invertir en potencia de cálculo a niveles máximos debido a la limitada visibilidad de la demanda futura y a los largos plazos de ejecución de los proyectos de infraestructura. Esta incertidumbre subraya la necesidad crítica de una planificación sofisticada de la demanda.

Aparecen la IA y el aprendizaje automático (ML) basados en la previsión de la demanda. Estas metodologías avanzadas están a punto de revolucionar la forma en que las empresas gestionan sus cadenas de suministro:

  • Procesando grandes cantidades de datos a una escala, velocidad y sofisticación sin precedentes.
  • Detectar los cambios del mercado en tiempo real y predecir las tendencias emergentes.
  • Integrar todos los datos disponibles -tanto internos como externos (por ejemplo, meteorología, tráfico, indicadores económicos, tendencias de las redes sociales, información sobre la competencia)- para realizar predicciones de la demanda muy precisas, a veces con una exactitud de hasta el 98%.
  • Automatizar las decisiones operativas, como el cumplimiento y la reposición, lo que antes era imposible con los rígidos sistemas heredados.

Este cambio de la "planificación determinista" tradicional a la planificación basada en escenarios estocásticos/probabilísticos permite a las empresas tener en cuenta una serie de posibles resultados y riesgos. Permite funciones como la detección de la demanda, que utiliza señales del mercado en tiempo real para mejorar la precisión de la planificación del inventario, y la modelización de la demanda, que predice la localización de la demanda e influye en el aprovisionamiento y la producción mediante incentivos.

Un caso de uso convincente de las fuentes pone de relieve los beneficios tangibles: un minorista de moda global implementó soluciones de IA y ML, lo que resultó en un aumento del 15% en los ingresos, una reducción del 30% en el inventario global, cero roturas de stock y una mejora general del margen del 15%. Este éxito se logró unificando los canales de distribución, creando una visión única del inventario y aprovechando la toma de decisiones basada en modelos con gran precisión de previsión.

En última instancia, la capacidad de predecir y anticipar la demanda de potencia de cálculo determinará quiénes serán los ganadores en la era de la informática impulsada por la IA. Esto se aplica no solo a los operadores de centros de datos, sino también a las empresas de toda la cadena de valor de la IA, desde los fabricantes de chips hasta los proveedores de soluciones empresariales.

 

Trazar el futuro

La revolución de la IA es una fuerza poderosa que crea inmensas oportunidades, pero también retos significativos. La asombrosa inversión de 7 billones de dólares en centros de datos es un testimonio de la escala de esta transformación. Sin embargo, también pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la crisis energética que la acompaña y la fragilidad de una cadena de suministro mundial sometida a una enorme presión.

El camino a seguir requiere un enfoque múltiple: innovación sostenida en hardware energéticamente eficiente y refrigeración avanzada, inversiones estratégicas en fuentes de energía renovables y tecnologías de redes inteligentes, y la adopción generalizada de la previsión de la demanda y la planificación operativa basadas en IA. Solo abordando estos retos interconectados con previsión y agilidad podrá el mundo aprovechar realmente todo el potencial de la IA, garantizando que su potencia no supere nuestra capacidad para sostenerla. La carrera está en marcha, y lo que está en juego no podría ser mayor.

 

Fuentes (sólo fuentes principales)
El auge de la IA impulsará una inversión mundial de 7 billones de dólares en centros de datos
Guía del inversor para la cadena de valor de la inteligencia artificial
Crisis por delante: Consumo de energía en los centros de datos de IA
El coste de la informática: Una carrera de 7 billones de dólares para escalar los centros de datos
Estrategias de energía sostenible para los centros de datos en el área de la IA


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