Cómo descifrar el huevo de hidrógeno ¿Cómo pueden los consumidores entender de dónde procede su hidrógeno?

Cómo descifrar el huevo de hidrógeno ¿Cómo pueden los consumidores entender de dónde procede su hidrógeno?

En un sistema global interconectado, comprender de dónde procede el hidrógeno será increíblemente importante. La tentación de fabricar hidrógeno a partir del carbón y liberar el dióxido de carbono a la atmósfera puede ser demasiado grande para algunos. Mientras los proyectos de hidrógeno sigan siendo pequeños y estén directamente vinculados, esto no supondrá un gran problema, pero a medida que se desarrolle el comercio internacional(1), el riesgo aumentará.

Ya hay quien ha propuesto el uso de blockchain para verificar la procedencia del hidrógeno y ya hay sistemas en producción(2). La forma en que se administre un sistema de este tipo es increíblemente importante: si es demasiado oneroso, la carga del coste del seguimiento reducirá la velocidad de adopción de la tecnología; si es demasiado laxo, la fe del público en el hidrógeno se verá rápidamente afectada. La confianza del público global es increíblemente importante, como se ha demostrado en el papel de otros programas de sostenibilidad: el reciclaje de residuos en el Reino Unido es un buen ejemplo de cómo la realidad puede socavar la confianza (3), ya que los plásticos clasificados diligentemente por el público han acabado en el vertedero junto con los residuos no clasificados.

Es inevitable que haya que desarrollar un sistema de certificación, pues de lo contrario no pasará mucho tiempo antes de que el hidrógeno genere tanto escándalo como el carbono que ahorra.

Los siguientes serían los elementos clave de un sistema de etiquetado de carbono del hidrógeno:

Validación de la fuente

Los consumidores finales tendrán que estar seguros de la fuente. Aunque esto parece sencillo en la práctica, podría resultar increíblemente complicado. En Oriente Medio, el hidrógeno producido a partir de la energía solar podría mezclarse rápidamente con el producido a partir del metano (con suerte, con captura de carbono). Esta carga pasa de propietario a propietario hasta que llega al punto de entrega. La carga puede tener una intensidad media de carbono, pero la persona que compra hidrógeno 100% verde querrá saber que es hidrógeno verde lo que está recibiendo. La validación de la fuente es increíblemente importante, sobre todo teniendo en cuenta los beneficios económicos de utilizar simplemente metano y lanzar el dióxido de carbono directamente a la atmósfera.

Transporte y almacenamiento

La comprensión de la intensidad del carbono no se limita a la fabricación. La forma de transportar el hidrógeno hasta su destino puede tener un impacto significativo en su intensidad. Si se utiliza energía para comprimir o licuar el hidrógeno, hay que tener en cuenta la intensidad de carbono de esa energía. Si el hidrógeno se pierde en la atmósfera durante el transporte, el efecto de calentamiento global de ese hidrógeno debe incluirse en el cálculo de la intensidad de carbono.

Esto hace que la evaluación del carbono sea increíblemente complicada, ya que no sólo se requiere un certificado de fabricación, sino también un certificado de envío.

Reconocimiento de la intensidad de carbono en la tarificación

El sistema no puede basarse únicamente en la buena voluntad. De alguna manera, la intensidad de carbono del hidrógeno debe reflejarse en el precio. Aunque algunos están dispuestos a pagar más, hay un umbral en el que el coste adicional es demasiado. Si la diferencia de coste entre el hidrógeno verde y el sucio no es suficiente, se corre el riesgo de que el hidrógeno sucio sustituya al gas sucio.

Apertura y comunicación

Hay que reconocer que el hidrógeno no es perfectamente ecológico. El hidrógeno que se pierde a lo largo de su recorrido contribuye al calentamiento global y al carbono, y la captura y el almacenamiento no son perfectos. Hay que tratar a los consumidores como compradores inteligentes y darles la información que necesitan para entenderlo.

Una analogía útil es la comunicación en torno a los huevos. Los consumidores son ahora mucho más conscientes de las condiciones de las aves que producen los huevos que comemos. Puede que en el Reino Unido se consuman 11.000 millones de huevos al año, pero con un sistema de comunicación sólido es posible que los consumidores entiendan lo que están comprando (4). Esto se ha conseguido gracias a una fuerte y sencilla comunicación.

Donde esto se hace más difícil, tanto en los huevos como en el hidrógeno, es en los terceros. Aunque es relativamente fácil de conseguir en nuestros hogares, es menos fácil de verificar en los negocios que visitamos. Cuando comen un sándwich de huevo frito en una cafetería, ¿aplican los consumidores las mismas normas que aplicarían a una caja de huevos que comprarían ellos mismos en una tienda? Del mismo modo, cuando van a un supermercado o vuelan en avión, no es realista esperar que los consumidores puedan entender e influir en el suministro de energía de todos los negocios que utilizan.

Aunque se pueden tomar algunas medidas para informar de la elección del consumidor, es probable que sea necesario regular algunos sectores.

1.https://www.chemengonline.com/acciona-launches-worlds-first-blockchain-p...

2.https://www.chemengonline.com/acciona-launches-worlds-first-blockchain-p...

3.https://www.theguardian.com/environment/2019/aug/17/plastic-recycling-my...

4.https://www.egginfo.co.uk/egg-facts-and-figures/industry-information/data