Casos Prácticos
Duplicar los avances en eficiencia energética: Una clave para alcanzar los objetivos climáticos y la seguridad energética
Resumen
El informe "Eficiencia Energética 2023" de la AIE subraya la necesidad imperiosa de duplicar el ritmo de mejora de la eficiencia energética mundial del 2% actual al 4% anual para alcanzar los objetivos de emisiones netas cero. Aunque se produjo un ligero descenso en la mejora de la intensidad energética mundial en 2023 hasta el 1,3%, la UE y EE.UU. mostraron mejoras significativas debido a las respuestas políticas y los cambios de comportamiento en medio de las crisis energéticas.
Duplicar los avances en eficiencia podría reducir significativamente la factura energética, contribuir a los objetivos de reducción de CO2 y generar empleo en diversos sectores. Los gobiernos están respaldando políticas más firmes hacia este objetivo, con la intención de integrarlo en los próximos debates de la COP28.
En el transporte, están aumentando las ventas de vehículos eléctricos, lo que podría incrementar sustancialmente la eficiencia de los vehículos de aquí a 2030. El sector de los edificios está llamado a cuadruplicar su tasa de mejora de la eficiencia, con un aumento de las ventas de bombas de calor y la necesidad de duplicar las reconversiones. La eficiencia de la industria puede aumentar mediante la digitalización y los sistemas de gestión de la energía, como indica la creciente adopción de la norma ISO 50001.
El informe señala casi 700.000 millones de dólares en apoyo gubernamental a la eficiencia energética desde 2020, con importantes inversiones procedentes de nuevas iniciativas. Sin embargo, desafíos como los códigos energéticos de los edificios obsoletos y la lenta rotación de existencias pueden obstaculizar el progreso. Alcanzar el 4% de mejora anual requiere políticas e inversiones coherentes.
Las normas de eficiencia para productos clave en muchos países se alinean con los objetivos de cero neto, y la adopción global de las mejores prácticas es vital. La eficiencia de los sistemas es cada vez más importante debido a la electrificación y la integración de las energías renovables, con tecnologías digitales que apoyan la gestión avanzada de la energía.
La AIE cita la adaptación de Australia Meridional a la elevada penetración de las energías renovables mediante sistemas inteligentes para reducir los costes energéticos. La adopción de tecnologías de refrigeración eficientes es crucial para gestionar la creciente demanda de refrigeración en países como la India.
El informe concluye que el objetivo de eficiencia energética, aunque desalentador, es alcanzable si se presta la atención necesaria a la tecnología, la política y la aplicación. Esta mejora se considera clave para cumplir los objetivos de seguridad energética, asequibilidad, creación de empleo y clima.
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Duplicar los avances en eficiencia energética: Una clave para alcanzar los objetivos climáticos y la seguridad energética
Mientras el mundo se enfrenta a crisis energéticas, climáticas y del coste de la vida que se entrecruzan, la eficiencia energética se ha revelado como una solución crucial que puede abordar simultáneamente los tres retos. En último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sobre Eficiencia Energética 2023 destaca la urgente necesidad de duplicar el ritmo de progreso de la eficiencia energética mundial en esta década, de alrededor del 2% anual al 4%, para mantener a nuestro alcance los objetivos de emisiones netas cero.
Aunque en 2023 se produjo una ligera ralentización de la mejora de la intensidad energética mundial hasta el 1,3%, frente al 2% de 2022, esto oculta importantes avances en algunas regiones. La Unión Europea y Estados Unidos registraron fuertes mejoras del 5% y el 4%, respectivamente, impulsadas por las enérgicas medidas políticas y los cambios en el comportamiento de los consumidores en respuesta a la crisis energética. Sin embargo, el repunte económico y el crecimiento industrial de China contrarrestaron estas ganancias a nivel mundial.
El informe de la AIE subraya que duplicar los avances en eficiencia podría recortar un tercio la factura energética en las economías avanzadas y suponer el 50% de las reducciones de CO2 necesarias para 2030. También crearía 4,5 millones de puestos de trabajo más que en la actualidad en los sectores de la fabricación, la renovación de edificios, la construcción y el transporte.
El impulso en torno a este objetivo mundial es alentador. En la 8ª Conferencia Mundial Anual sobre Eficiencia Energética de la AIE, celebrada en Versalles, 46 gobiernos aprobaron una declaración en apoyo de políticas más firmes para duplicar el progreso de la eficiencia en esta década. El objetivo también ha ganado adeptos en los foros del G20 y el G7, con planes para formalizarlo en la COP28 junto con los objetivos de energías renovables.
Alcanzar este ambicioso objetivo exigirá una profunda transformación en todos los sectores. En el transporte, las ventas de vehículos eléctricos están aumentando vertiginosamente, alcanzando alrededor del 18% de las ventas mundiales de automóviles en 2023. Esto está impulsando un aumento radical de la eficiencia de los vehículos de pasajeros, con una tasa media de mejora anual que se espera que se triplique con creces, pasando del 1,6% al 5% en 2030 en el escenario Net Zero de la AIE.
El sector de los edificios se enfrenta a un reto aún mayor, ya que necesita cuadruplicar su tasa de mejora de la eficiencia del 1,2% a más del 5% anual. Esto supone más que duplicar la actual tasa mundial de modernización hasta el 2,5% anual de los edificios existentes en 2030. Las bombas de calor están desempeñando un papel central, con un aumento de las ventas mundiales del 11% en 2022 en medio de los altos precios del gas y un mayor apoyo político.
En la industria, la digitalización y los sistemas avanzados de gestión de la energía son fundamentales para seguir mejorando la eficiencia. El número de instalaciones industriales certificadas según la norma ISO 50001 de gestión de la energía creció casi un 30% en 2022, lo que indica un aumento de la acción empresarial en materia de eficiencia.
Las políticas y las inversiones se están acelerando para impulsar esta revolución de la eficiencia. Desde 2020, los gobiernos han gastado casi 700.000 millones de dólares para apoyar las inversiones en eficiencia energética. Nuevos programas como la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos y el plan REPowerEU de la UE están dedicando recursos sin precedentes a la eficiencia. La financiación PACE (Property Assessed Clean Energy) también se está expandiendo rápidamente, habiendo financiado más de 13.600 millones de dólares en mejoras de edificios.
Sin embargo, el informe señala que sigue habiendo problemas de aplicación. Aunque muchos países han reforzado la normativa sobre eficiencia, alrededor de un tercio de los códigos energéticos de los edificios de todo el mundo no se han actualizado desde 2015. La lenta rotación de existencias en los edificios y la industria significa que pueden pasar años o décadas antes de que las nuevas normas tengan un impacto significativo en la demanda de energía.
La AIE subraya que duplicar los avances en eficiencia es un reto, pero alcanzable. Más del 90% de los países han logrado una mejora anual del 4% al menos una vez en la última década, aunque para mantenerla de forma constante se requerirá una mayor ambición política e inversión.
Las tecnologías y políticas necesarias ya existen en la mayoría de los sectores. Muchos países tienen normas de eficiencia para productos clave como la iluminación y los motores que cumplen o superan los niveles coherentes con las trayectorias netas cero. Ampliar y reforzar estas buenas prácticas a escala mundial podría contribuir en gran medida a alcanzar el objetivo de duplicación.
Más allá de las medidas tradicionales de eficiencia, el informe destaca la creciente importancia de los enfoques de "eficiencia de sistemas" a medida que se aceleran la electrificación y el despliegue de las energías renovables. Las tecnologías digitales están permitiendo una gestión más sofisticada de la energía en los edificios y la industria, mientras que los programas de respuesta a la demanda están ayudando a equilibrar una oferta y una demanda de electricidad cada vez más variables.
La AIE pone el ejemplo de Australia Meridional, donde la elevada penetración de las energías renovables ha cambiado radicalmente la demanda de electricidad y los patrones de precios. Los consumidores y las empresas se están adaptando con energía solar, baterías y sistemas inteligentes de gestión de la energía para aprovechar los periodos de precios mayoristas negativos, reduciendo significativamente los costes energéticos.
Este aumento de la eficiencia del sistema será fundamental para gestionar la creciente demanda de refrigeración, especialmente en mercados de rápido crecimiento como la India. El informe señala que cada aumento de 1 °C en la temperatura media diaria por encima de 24 °C provoca un aumento del 2% en la demanda de electricidad de la India. Las tecnologías y estrategias de refrigeración eficientes, como los sistemas de refrigeración urbana, serán esenciales para proporcionar confort térmico al tiempo que se limita la presión sobre las redes eléctricas.
En conclusión, aunque el reto de la eficiencia energética es inmenso, también representa una gran oportunidad. Si en esta década se redoblan los esfuerzos para mejorar la eficiencia en todos los sectores, los países podrán aumentar la seguridad energética, reducir los costes de consumo, crear empleo y avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos climáticos. Con las tecnologías y las herramientas políticas ya disponibles, alcanzar este objetivo es principalmente una cuestión de ambición y aplicación. Mientras el mundo mira hacia la COP29 y más allá, acelerar el progreso de la eficiencia energética debe estar en el centro de las estrategias climáticas y energéticas.