La energía del futuro: El panorama mundial de la electricidad hasta 2026
Resumen
El informe "Electricidad 2024" de la Agencia Internacional de la Energía indica un fuerte crecimiento del consumo mundial de electricidad, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo. Regiones en desarrollo como China e India aumentarán considerablemente su consumo de electricidad, y la primera añadirá una demanda equivalente a más de la mitad del consumo de la UE. El informe prevé que las energías renovables y la energía nuclear cubrirán toda la demanda adicional de electricidad hasta 2026, y que las energías renovables superarán al carbón como principal fuente de generación. Se prevé un aumento significativo de la producción solar y eólica, sobre todo en países como la India. La energía nuclear está experimentando un renacimiento, y China, India y Francia lideran este crecimiento como parte de sus estrategias energéticas. Se prevé un declive de los combustibles fósiles, con un descenso anual de la generación de carbón y un crecimiento marginal del gas natural.
Las emisiones de CO2 del sector eléctrico tienden a la baja a medida que el mix eléctrico se desplaza hacia fuentes con menos carbono, y se prevé que disminuyan estructuralmente a partir de 2024. Para 2026, se prevé que la intensidad de CO2 de la generación de electricidad mejore significativamente.
Existen disparidades regionales, con África rezagada en acceso y consumo de electricidad, pero mostrando signos de progreso. Europa se está recuperando de una crisis energética, centrándose en las energías renovables y las reformas del mercado. China está abordando el reto de integrar la capacidad renovable, y EE.UU. se enfrenta a problemas de fiabilidad en medio de una transición.
Entre las principales tendencias emergentes destacan la mayor atención a la flexibilidad del sistema, la electrificación de los usos finales, el crecimiento de la demanda de electricidad de los centros de datos, el aumento de los recursos energéticos distribuidos y la inversión en infraestructuras de red. Estos acontecimientos ponen de manifiesto una considerable transformación del sector eléctrico, destacando su papel en la transición energética mundial y en el fomento del crecimiento económico y el desarrollo.
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La energía del futuro: El panorama mundial de la electricidad hasta 2026
El sector eléctrico mundial se encuentra en una coyuntura crucial en su transición hacia fuentes de energía más limpias, al tiempo que satisface la creciente demanda. Según el último informe Electricidad 2024 de la Agencia Internacional de la Energía, se prevé que el consumo mundial de electricidad crezca a un fuerte ritmo del 3,4% anual de 2024 a 2026, acelerando el crecimiento desde el 2,2% de 2023. Este aumento de la demanda estará impulsado principalmente por las economías emergentes y en desarrollo, que se espera que representen alrededor del 85% del incremento.
China sigue siendo el motor del crecimiento de la demanda mundial de electricidad, a pesar de cierto reequilibrio económico. Se prevé que el consumo eléctrico del país aumente una media del 4,9% anual hasta 2026, añadiendo una demanda equivalente a más de la mitad del consumo anual actual de la Unión Europea. Se prevé que la India experimente un crecimiento aún más rápido, con un aumento medio de la demanda de electricidad superior al 6% anual. Las naciones del sudeste asiático también están preparadas para fuertes aumentos, con una media del 5% anual.
En cambio, las economías avanzadas registrarán un crecimiento más modesto. Se prevé que la demanda de electricidad en EE.UU. aumente sólo un 1,5% anual de media, mientras que la Unión Europea prevé un crecimiento anual del 2,3% a medida que se recupera de los recientes descensos.
La electricidad limpia, protagonista
En el horizonte se vislumbra un cambio histórico: se prevé que las fuentes de electricidad de bajas emisiones, incluidas la nuclear y las renovables, cubran toda la demanda mundial de electricidad adicional hasta 2026. Las energías renovables proporcionarán más de un tercio de la generación mundial de electricidad a principios de 2025, superando al carbón como principal fuente. La energía solar y eólica encabezarán este crecimiento, y se espera que la generación a partir de estas fuentes aumente un 25% y un 13% al año, respectivamente, en países como la India.
La energía nuclear también está a punto de resurgir, y se prevé que la generación mundial alcance un nuevo récord en 2025. Países como China, India y Francia lideran la expansión nuclear, considerándola un componente esencial de sus estrategias de seguridad energética y reducción de emisiones.
El rápido crecimiento de la electricidad limpia está desplazando a la generación con combustibles fósiles en muchas regiones. Se prevé que la producción de electricidad a partir del carbón disminuya una media del 1,7% anual hasta 2026, aunque sigue siendo una fuente importante en países como la India. La producción de gas natural experimentará un crecimiento marginal de alrededor del 1% anual en todo el mundo.
Las emisiones entran en un declive estructural
A medida que el mix eléctrico se desplaza decididamente hacia fuentes bajas en carbono, las emisiones de CO2 del sector parecen entrar en un periodo de descenso estructural. Se prevé que las emisiones mundiales del sector eléctrico disminuyan más de un 2% en 2024, seguidas de otros pequeños descensos en 2025 y 2026. Para 2026, se espera que la intensidad de CO2 de la generación mundial de electricidad mejore hasta los 400 g CO2/kWh, frente a los 455 g CO2/kWh de 2023.
"Estamos asistiendo a una profunda transformación del panorama eléctrico mundial", afirmó Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE. "Las energías renovables y la energía nuclear van a satisfacer todo el crecimiento de la demanda mundial de electricidad en los próximos tres años, marcando un punto de inflexión en los esfuerzos mundiales por reducir las emisiones."
Tendencias y retos regionales
Aunque las perspectivas mundiales son alentadoras, persisten las disparidades regionales. África sigue rezagada en acceso y consumo de electricidad. El consumo de electricidad per cápita del continente ha permanecido estancado durante más de tres décadas y en 2023 será apenas la mitad del de la India. Sin embargo, hay indicios de progreso, ya que se prevé que la demanda africana de electricidad crezca un 4% anual entre 2024 y 2026, gracias a la expansión de las energías renovables y la generación de gas natural.
En Europa, el sector eléctrico sigue lidiando con las secuelas de la reciente crisis energética. La demanda de electricidad de la UE cayó en 2023 a niveles de hace dos décadas, aunque se espera una recuperación gradual. La región sigue adelante con ambiciosos planes para acelerar el despliegue de las energías renovables y reformar los mercados eléctricos para mejorar la resistencia y la asequibilidad.
China se enfrenta al reto de integrar su capacidad renovable en rápida expansión y garantizar al mismo tiempo la estabilidad del sistema. El país está explorando soluciones innovadoras como el almacenamiento en baterías a gran escala y la mejora de la gestión de la demanda para abordar los retos de la integración en la red.
En Estados Unidos, la retirada de las centrales de carbón y el fuerte crecimiento de las energías renovables están reconfigurando el mix eléctrico. Sin embargo, en algunas regiones persiste la preocupación por la fiabilidad invernal, lo que subraya la necesidad de una planificación cuidadosa en la transición energética.
Nuevas tendencias a tener en cuenta
Varias tendencias clave están configurando el futuro de los sistemas eléctricos en todo el mundo:
- El auge de las soluciones flexibles: A medida que las energías renovables variables ganan cuota de mercado, se presta cada vez más atención a tecnologías como el almacenamiento en baterías, la respuesta a la demanda y las baterías a escala de red para proporcionar flexibilidad al sistema.
- Electrificación de los usos finales: La creciente adopción de vehículos eléctricos y bombas de calor se está convirtiendo en un motor importante del crecimiento de la demanda de electricidad en muchos países.
- Auge de los centros de datos: El consumo de electricidad de los centros de datos, la IA y las criptomonedas podría duplicarse potencialmente para 2026, añadiendo una nueva demanda sustancial en algunos mercados.
- Recursos energéticos distribuidos: Muchos países están experimentando un rápido crecimiento de la energía solar en los tejados y otras tecnologías distribuidas, lo que requiere nuevos enfoques para la planificación y operación del sistema.
- Centrarse en la infraestructura de red: Reconociendo que las redes son la espina dorsal de la transición energética, muchos países están aumentando sus inversiones en redes de transmisión y distribución.
A medida que el mundo avanza hacia un futuro eléctrico más limpio, la planificación cuidadosa y el apoyo político serán cruciales para sortear las complejidades de esta transformación. El proyecto STORMING, una iniciativa de la UE que desarrolla reactores innovadores para convertir el metano en hidrógeno y nanomateriales de carbono, ejemplifica el tipo de tecnologías de vanguardia que podrían acelerar aún más la descarbonización de los sistemas eléctricos.
Aunque persisten los retos, las últimas previsiones dibujan un sector eléctrico a la vanguardia de la transición energética mundial, impulsando la reducción de emisiones al tiempo que impulsa el crecimiento económico y el desarrollo en todo el mundo.