Bomba de relojería de 35 millones de euros: ¿qué pasa con la ola de renovación de la UE?
Resumen
La Ola de Renovación de la UE pretende renovar 35 millones de edificios de aquí a 2030. Esto supone unos 3,5 millones de edificios al año. Adrian Joyce afirma que existe un déficit de inversión ecológica anual de hasta 275.000 millones de euros. Pero Joyce dice que esa cantidad es desalentadora, pero que hay mucho dinero disponible. Tenemos que adoptar un enfoque más industrializado de la renovación, dice. Y debemos darnos cuenta de que también tenemos que descarbonizar nuestros sistemas de calefacción. Nuestra lucha por el clima está cobrando impulso. La COP26, que se celebrará en noviembre, buscará que todos aumentemos nuestra ambición para mitigar nuestras emisiones de GEI. Sería absolutamente terrible que nos diéramos por vencidos y esperáramos que algún otro sector aportara las reducciones de emisiones necesarias. Si no es así, nos estaremos engañando a nosotros mismos, escribe Joyce. HAGA CLIC AQUÍ para ver las últimas noticias sobre el Pacto Verde Europeo 2015 en eceee.com/Eco 2016. Volver a MailOnline.com. Para más información.
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Bomba de relojería de 35 millones de euros: ¿qué pasa con la ola de renovación de la UE?
Me siento como un disco rayado. Cada vez que estoy con un grupo relacionado con la energía y el clima, la discusión se centra obviamente en el cumplimiento de nuestros objetivos a largo plazo. Eso es bastante comprensible. Pero mientras discutimos hacia dónde queremos ir en términos generales, nos resulta mucho más incómodo hablar de cómo llegar hasta allí.
Por ejemplo, veamos la Ola de Renovación de la UE. El objetivo es renovar 35 millones de edificios de aquí a 2030 con un alto nivel de calidad. Eso significa unos 3,5 millones de edificios al año.
Ahora bien, ¿cómo se afronta un reto de esta envergadura? Muchos empiezan por asegurarse de que hay suficiente financiación, y Adrian Joyce, en una columna reciente para eceee, menciona que hay un déficit de inversión verde anual de hasta 275.000 millones de euros (son estimaciones de la Comisión). Se trata, sin duda, de una cantidad asombrosa. Joyce dice que esa cantidad es desalentadora, pero afirma que "hay mucho dinero disponible para renovar nuestros edificios y reducir su huella de carbono y mejorar la salud humana".
Eso es desalentador, pero miremos a otro lado.
Me preocupa la magnitud de las renovaciones. La Comisión dice que actualmente se renueva el 1% del parque de edificios anualmente. Pero un informe reciente (véase mi blog del pasado mes de julio sobre esto), que utiliza los datos publicados por la Comisión a finales de 2019, muestra que solo entre el 0,2 y el 0,3% de los edificios se someten a una renovación profunda cada año. El objetivo de renovar el 3% del parque de edificios al año significaría que el ritmo actual de renovación debe multiplicarse por 10 o 15. Recordemos que tenemos que renovar 3,5 millones de edificios al año con el nivel más alto. En la actualidad, la renovación media supone un ahorro energético del orden del 9-17%. Eso no es ni de lejos lo que tenemos que conseguir.
Peter Sweatman, de Climate Strategy & Partners, pidió un Plan Marshall para afrontar el reto. Esto va definitivamente en la dirección correcta.
Pero estoy realmente preocupado.
El BPIE muestra grandes preocupaciones en las Estrategias de Renovación a Largo Plazo que los estados miembros deben proporcionar a la Comisión bajo la Directiva de Rendimiento Energético de los Edificios. El BPIE muestra que esas estrategias no van por buen camino para conseguir la neutralidad climática en 2050, lo que indica la necesidad de una revisión completa de la EPBD.
Así pues, ¿a qué atenerse? Tenemos que adoptar un enfoque más industrializado de la renovación, en la línea sugerida hace varios años por Yamina Saheb de OpenEXP.
Y, aunque debemos mejorar el rendimiento energético de los edificios, tenemos que darnos cuenta de que también tenemos que descarbonizar nuestros sistemas de calefacción.
La Comisión va a presentar este otoño sus propuestas de revisión de la DEEE. Las revisiones de la Directiva de Eficiencia Energética y la Directiva de Energías Renovables se publicarán en junio.
Entre esas tres directivas, la Ola de Renovación, el Trato Verde Europeo y muchas otras iniciativas, tenemos que acelerar realmente nuestros esfuerzos a una escala que nunca antes habíamos emprendido.
Nuestra lucha por el clima está cobrando impulso. La COP26, que se celebrará en noviembre, buscará que todos aumentemos nuestra ambición para mitigar nuestras emisiones de GEI. Sería absolutamente terrible que nos diéramos por derrotados y esperáramos que algún otro sector aportara las reducciones de emisiones necesarias.
¿Estamos dispuestos a luchar? Si no es así, nos estamos engañando a nosotros mismos.