
Más allá del ahorro energético: Liberar el verdadero valor de la eficiencia energética para futuros líderes
Resumen
La iniciativa de investigación M-Benefits, que abarca 23 proyectos piloto en Europa, Suiza y Estados Unidos, ha puesto de relieve los amplios "beneficios no energéticos" (BNE) asociados a las inversiones en eficiencia energética. Estos beneficios no energéticos, que a menudo se pasan por alto en las evaluaciones tradicionales centradas en el ahorro energético inmediato, incluyen la mejora de la calidad del producto, de la seguridad de los trabajadores, de la reputación de la marca y de la alineación estratégica de la empresa. El estudio concluye que la integración de los NEB puede mejorar significativamente los indicadores financieros, elevando la tasa interna de rentabilidad media del 24% al 59% y reduciendo el periodo medio de amortización de 18 a 6 años. En general, la presencia de estos beneficios no energéticos puede hacer que los proyectos de eficiencia energética pasen de ser inversiones marginales a inversiones estratégicamente cruciales. La investigación también identifica diversos NEB relevantes en todos los sectores, como la reducción de los riesgos operativos, la disminución de los costes de mantenimiento y el aumento de la satisfacción de los trabajadores. Los estudios de casos reales, incluido el de una planta de 3M, demuestran la aplicación práctica del reconocimiento de los NEB a la hora de dar luz verde a proyectos inicialmente paralizados por problemas operativos. Estas ideas sugieren a los profesionales un cambio en la forma de presentar los proyectos de eficiencia energética: de iniciativas de ahorro de costes a mejoras empresariales estratégicas que contribuyen a la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo.
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Más allá del ahorro energético: Liberar el verdadero valor de la eficiencia energética para futuros líderes
Repensar el valor de la eficiencia energética en las empresas
Imagine que convence a un director general para que dé luz verde a una mejora de la eficiencia energética. Le presentas el ahorro de energía previsto y la rápida amortización. Sin embargo, el acuerdo se estanca: la energía no es el negocio principal y la dirección se muestra impasible. ¿Le resulta familiar? Esta es la realidad a la que se enfrentan muchos profesionales de la energía y la razón por la que innumerables proyectos prometedores nunca salen de la mesa de dibujo.
Pero, ¿y si la eficiencia energética fuera mucho más que una simple reducción de la factura de la luz? ¿Y si también pudiera mejorar la calidad de los productos, la seguridad de los trabajadores, la reputación de la marca e incluso impulsar la estrategia a largo plazo de la empresa?
Un estudio pionero realizado en 23 proyectos piloto en Europa, Suiza y Estados Unidos, y sintetizado en la iniciativa de investigación M-Benefits, ha demostrado que las inversiones en eficiencia energética desbloquean un tesoro de "beneficios no energéticos" (BNE). Cuando estos BNE se comprenden y valoran adecuadamente, pueden ser la clave para convencer de invertir incluso a los responsables de la toma de decisiones más orientados a las finanzas.
De las auditorías energéticas a los beneficios empresariales estratégicos
Tradicionalmente, las inversiones en eficiencia energética se han evaluado únicamente en función del ahorro de costes energéticos, una óptica estrecha que a menudo no refleja el impacto total de estos proyectos. Este enfoque convencional, basado en la lógica financiera, pasa por alto el amplio espectro de resultados positivos que la eficiencia energética puede aportar a una empresa.
El proyecto M-Benefits desafía esta mentalidad. Demuestra que los NEB -como la mejora de la fiabilidad de los procesos, la reducción de los costes de mantenimiento, la mejora del bienestar del personal y la reducción de los riesgos- a menudo pueden superar con creces el mero ahorro de energía. En algunos casos, los NEB representan dos tercios del valor financiero total aportado por los proyectos de eficiencia energética.
Estadísticas clave del estudio:
- En los 23 proyectos piloto se identificaron 251 beneficios no energéticos, el 58% de los cuales eran cuantificables.
- La inclusión de los BNE en los cálculos de inversión aumentó la tasa interna de rentabilidad (TIR) media del 24% al 59%.
- El periodo medio de amortización se redujo de 18 a 6 años.
Las implicaciones son profundas: cuando los GNE se integran en los casos empresariales, proyectos que de otro modo se rechazarían por marginales se convierten en inversiones estratégicas atractivas, incluso esenciales.
Los beneficios empresariales ocultos: Lo que las empresas se están perdiendo
¿Cuáles son exactamente estos beneficios no energéticos? La investigación identificó una amplia gama, tanto cuantitativa como cualitativa, que abarca diferentes sectores y tipos de proyectos:
- Reducción de las emisiones de CO₂ y de los riesgos del precio de la energía
- Menores costes de mantenimiento
- Mayor alineación con la visión corporativa y la estrategia de sostenibilidad
- Mayor satisfacción y lealtad del personal
- Menos accidentes laborales y enfermedades profesionales
- Mejora de la reputación y la confianza de los clientes
- Mejora de la calidad y consistencia del producto
- Reducción de los tiempos de inactividad no planificados y de las averías de los equipos
Cada una de estas ventajas no sólo ahorra dinero, sino que contribuye a los objetivos fundamentales que impulsan el éxito empresarial. Por ejemplo, una mejor calidad del aire y un mayor confort térmico mejoran la productividad de los empleados, lo que es directamente monetizable. Un menor índice de accidentes fomenta una plantilla más segura y leal. La reducción de los tiempos de inactividad imprevistos puede tener un enorme impacto en la rentabilidad y la satisfacción del cliente.
Incluso los beneficios que son más difíciles de cuantificar, como la mejora de la reputación o la alineación con los objetivos de sostenibilidad, pueden crear valor a largo plazo: atraer a los mejores talentos, conseguir nuevos negocios y aumentar la resistencia frente a los cambios normativos o del mercado.
Impacto en el mundo real: Casos prácticos sobre el terreno
El proyecto M-Benefits no se limitó a teorizar, sino que puso a prueba estos conceptos en empresas reales. Los proyectos abarcaban desde industrias del vidrio, el aluminio y la alimentación hasta supermercados y edificios públicos. Las organizaciones variaban en tamaño, propiedad y madurez energética, lo que demuestra que estas conclusiones son ampliamente aplicables.
Un caso destacado fue el de una fábrica de 3M en Estados Unidos. A pesar de que el periodo de amortización del ahorro energético era inferior a un año, el proyecto se bloqueó en un principio por temor a las paradas de producción. El proyecto no salió adelante hasta que se reconocieron ventajas como la reducción del riesgo de accidentes, la disminución de las pérdidas de materias primas y la reducción de los tiempos de inactividad imprevistos. La lección: los beneficios estratégicos pueden ser los verdaderos decisores de la inversión industrial.
Modelar el futuro: Oportunidades para jóvenes innovadores
Los resultados de esta investigación abren una nueva frontera a los estudiantes y jóvenes profesionales deseosos de influir. En lugar de presentar la eficiencia energética únicamente por sus méritos financieros, los futuros líderes pueden enmarcar estos proyectos como palancas estratégicas para la competitividad, la resiliencia y la sostenibilidad.
¿Qué puede hacer de forma diferente?
- Aprender a identificar y cuantificar los NEB relevantes para su sector.
- Hable el lenguaje de la alta dirección: conecte los proyectos energéticos con la estrategia empresarial, la propuesta de valor y la reducción de riesgos.
- Utilice nuevas metodologías, como las desarrolladas en el proyecto M-Benefits, para crear casos de inversión convincentes que reflejen el impacto real de sus propuestas.
A medida que las empresas de todo el mundo intentan reducir las emisiones de carbono y preparar sus operaciones para el futuro, los profesionales capaces de tender puentes entre el ahorro energético técnico y los objetivos más amplios de la organización estarán muy solicitados.
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Puntos clave
La próxima ola de eficiencia energética va más allá de la reducción de kilovatios: se trata de crear valor empresarial, reforzar la estrategia y contribuir a un futuro sostenible. Al adoptar todo el espectro de beneficios, tanto los jóvenes profesionales como las empresas pueden hacer que la eficiencia energética deje de ser un "bonito detalle" y se convierta en una ventaja competitiva imprescindible.
Como demuestra el proyecto M-Benefits, reconocer e integrar los beneficios no energéticos no es sólo un negocio inteligente: es esencial para liberar el verdadero potencial de la eficiencia energética. Con la mentalidad, las capacidades y las herramientas adecuadas, el futuro de las empresas sostenibles está muy abierto.
Fuentes y más...
Más información sobre NEB:www.researchgate.net/publication/373632780_Integrating_the_non-energy_benefits_of_energy_efficiency_into_business_decision-making_results_of_23_pilot_assessments_in_European_companies
Más información sobre D2050, el proyecto subyacente de la UE, en "all EEIP projects": https: //projects.ee-ip.org/#ongoing-projects
Más información sobre el juego de preguntas para móviles EnerWhizz: https: //www.enerwhizz.info/